La inflación en EEUU cae al 8,3% en abril, pero sigue presionando a los mercados

La escalada de los precios en abril da su primer signo de desaceleración en ocho meses al descender dos décimas respecto a marzo. Aun así, sigue en máximos que no se veían desde la década de los ochenta y continúa presionando los mercados.

La inflación en EEUU, que ha llegado a registrar máximos históricos de los últimos 40 años, da un respiro a la economía estadounidense al situarse en un 8,3% en abril, es decir, dos décimas menos que en marzo, gracias principalmente a una moderación en el precio de la gasolina y a las menores tensiones en la cadena de suministros global, que si bien todavía está lejos de alcanzar la normalidad, ya da muestras de una mayor fluidez.

Se trata del primer mes en el que la inflación da muestras de ralentización desde agosto de 2021, cuando empezó a escalar, hasta dispararse durante el primer trimestre de 2021 y terminar en marzo en el 8,5% respecto al mismo mes del año anterior, según los datos publicados por el Departamento de Trabajo de EEUU.

Para las Bolsas, este dato es clave, ya que puede marcar el ritmo de revisión del precio del dinero y hasta dónde endurecerá la Reserva Federal la política monetaria, con un incremento de los tipos este mes de medio punto, la subida más elevada desde el año 2000. Y se esperan todavía otras dos revisiones, como mínimo, en esta misma línea.

Al día siguiente de darse a conocer la decisión de las Fed, las Bolsas estadounidenses se desplomaron, ante el temor de que la inflación no dé signos de debilidad y el banco central se vea obligado a actuar con más agresividad, llegando incluso a subir los tipos 0,75% en julio.

Si la evolución de abril se confirma y la escalada de la inflación ha tocado techo, se trataría de una buena noticia para los mercados. Minutos antes del anuncio del dato e incluso de la apertura del mercado, los principales índices reaccionaban al alza ante las previsiones de una desaceleración en el IPC. Sin embargo, tras conocerse la cifra final, volvían al rojo, en parte porque las previsiones apuntaban a un retroceso mayor en la tasa de inflación, hasta el 8,1%, y ante la duda de cómo actuará la Fed ante este nuevo escenario macroeconómico.

Nuevo escenario macroeconómico

Además de la caída de dos décimas en la tasa interanual, en términos mensuales y ajustados, los precios habrían subido ligeramente un 0,3% en abril respecto a marzo, lo que podría indicar que la presión inflacionista no ha remitido, pero sí que se está suavizando, ya que la subida de marzo respecto a febrero fue del 1,2%.

En cuanto a la inflación subyacente (que excluye las variables más volátiles, como la energía o los alimentos), se situó en el 6,2% en abril, registrando tres décimas menos que en marzo.

Es la primera vez que la inflación da signos de reaccionar a la subida de tipos puesta en marcha por la Fed en marzo. El banco central se enfrenta al reto de reducir la escala de los precios, hasta un objetivo fijado en el 2%, sin provocar una recesión. Aunque el PIB del país se contrajo en el primer trimestre un 1,4%, los datos de empleo de abril siguen siendo positivos, con la creación de 428.000 nuevos puestos de trabajo y una tasa de paro situada en el 3,6%.

La previsión de los economistas es que la inflación mantenga esta nueva senda de desaceleración a lo largo de los próximos meses.

Fuente: https://www.expansion.com/economia/

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