En el ejercicio económico 2021, se emitieron en nuestro país $ 28.303.765 millones en primas en seguro agrícolas, abarcando un área productiva cubierta de 20,7 millones de hectáreas.
La producción agrícola se dene vulgarmente como una fábrica a cielo abierto, dada su exposición a las inclemencias climáticas. La contratación de seguros es una práctica extendida en el sector agrícola nacional, siendo la cobertura que indemniza por daños provocados por el granizo la más difundida. Este seguro tradicional cuenta con otros riesgos que pueden sumarse a la cobertura: por ejemplo, daños ocasionados por vientos fuertes, helada e incendio, comúnmente conocidos como “adicionales” al seguro de granizo/1. A su vez, con menor cuota de mercado, se comercializan en nuestro país seguros multirriesgo, que brindan un abanico general de cobertura de los riesgos climáticos (incendio, inundación, sequía, vientos, heladas, falta de piso y lluvias en exceso) a los cuales están expuestos los cultivos desde su implantación hasta su cosecha/2. Por último, en los últimos tiempos vienen ganando en relevancia los Seguros Paramétricos, en cuya operatoria la indemnización se dispara cuando un índice objetivo alcanza ciertos niveles preestablecidos o umbrales, con la asunción de que el desvío a partir del nivel disparador está representando pérdidas en la producción ocasionadas por un fenómeno climático.
En el ejercicio económico 2021, se emitieron en nuestro país $ 28.303.765 millones en primas en seguro agrícolas, abarcando un área productiva cubierta de 20,7 millones de hectáreas. En total, se aseguró capital por un monto de $ 1.273.786 millones, habiéndose emitido 145.163 pólizas.
Cómo introducíamos, el seguro contra granizo concentró la mayor participación en las coberturas con 15,7 millones de hectáreas, el 76% del total de superficie cubierto, y el 77,6% del total de las primas emitidas. En importancia lo siguieron las coberturas contra granizo más adicionales, que concentraron el 21,8% del área cubierta con 4,5 M ha, mientras que representaron el 20,2% del total de primas emitidas. Los seguros multirriesgo se ubicaron en tercera posición, con 286.000 hectáreas cubiertas bajo esta modalidad, un 1,4% del total en área, concentrando el 0,9% del total de primas emitidas por las entidades. Por último, los seguros paramétricos abarcaron 149.000 hectáreas en la campaña pasada, el 0,7% del total de área cubierta, concentrando el 1,3% del total de primas emitidas.
El 99% de los cultivos cubiertos fueron cultivos anuales, con los cereales como el rubro más representativo, concentrando el 52% del área bajo cobertura, mientras que las oleaginosas representaron el 47% del total. A nivel de cultivo individual fue la soja, el cultivo en área más extendido del país, el que concentró la mayor cobertura en la campaña con 8,4 millones de hectáreas cubiertas, el 41% del total.
Entre las provincias sobre la cual se encuentran los lotes cubiertos, destaca Buenos Aires con 9,2 millones de hectáreas, seguida por Córdoba con 4,3 M ha y Santa Fe en tercera posición con 3,8 M ha. Entre estas tres provincias concentraron el 84% del total de área cubierta en el país. Tan solo en cuatro jurisdicciones, C.A.B.A., Tierra del Fuego, Chubut y Santa Cruz, no se registraron contrataciones de este tipo de coberturas en el año de referencia.
La cantidad de empresas aseguradoras autorizadas a operar en el mercado argentino al 30 de junio de 2021 fue de 191. De éstas, 28 operan el rubro de Seguros Agropecuarios y Forestales, representando el subsector el 2,7% de las primas emitidas del mercado asegurador. A pesar de la multiplicidad de empresas, el mercado se encuentra relativamente concentrado, con las tres principales entidades del rubro cubriendo el 56,7% del total de las primas emitidas.
Al analizar la evolución del mercado de seguros agrícolas en la última década, podemos ver que el área cubierta no ha crecido en los últimos 10 años, aunque recuperó algo del terreno perdido en el último lustro. Luego de alcanzar un pico en la campaña 2012/13 con 23,5 millones de hectáreas cubiertas, lo que representó el 60% del área sembrada en el país en dicha campaña, el área asegurada emprendió una tendencia a la baja, cayendo hasta 16,5 M ha en la cosecha 2017/18, apenas un 43% del total sembrado.
Posteriormente, el área cubierta se recuperó a partir de ese mínimo hasta llegar a 20,7 millones de hectáreas con seguros contratados en la 2020/21 (51% del área sembrada), lo que marcó igualmente una caída de 2,3% con respecto a la campaña anterior.
En definitiva, la cobertura de seguros agrícolas se ha mantenido si se comparan los promedios de los distintos períodos. Considerando el período de 10 años hasta el 2021, durante el cual la superficie sembrada con cultivos extensivos continuó creciendo –a razón de 600.000 ha como promedio anual- debido, principalmente, a la intensificación del uso del suelo mediante la implantación de más de un cultivo en la misma superficie, también lo fue haciendo la superficie asegurada en los cultivos extensivos. El promedio de superficie asegurada en los últimos 57 años fue del 47%, del 50% en los últimos 10 y del 51% en un lapso de 15 años
El índice de siniestralidad, que mide la relación entre los siniestros pagados por las aseguradoras y las primas emitidas por las mismas, alcanzó para el rubro de seguros agropecuarios y forestales su valor más bajo en la última década. Mientras que las primas emitidas alcanzaron $ 28.304 millones en 2021, los siniestros pagados totalizaron $ 11.486 millones, por lo que este índice alcanzó un 41% en dicho ejercicio.
La caída en el índice de siniestralidad en los últimos años se explica fundamentalmente por la menor ocurrencia de eventos de granizo. En los años Niña, la menor ocurrencia de tormentas genera también un menor acontecimiento de caídas de granizo. Paradójicamente, en los años Niña, en los que peores resultados suelen tener los productores agrícolas, los cobros por seguros suelen descender, al estar las coberturas fundamentalmente concentradas en seguros contra granizo.
Fuente: Bolsa de Comercio de Rosario