Ante el temor de falta de lluvias en septiembre, el plan “b” es el maíz tardío.
De acuerdo al último informe de la Guía Estratégica para Agro de la Bolsa de Comercio de Rosario, «hay resultados mejores que los previstos, pero por otro lado las zonas más golpeadas por la falta de agua confirman las pérdidas de lotes y rindes pésimos de 15 a 25 qq/ha».
En el primer caso está General Pinto. Allí, los primeros lotes cosechados arrojan rindes en un 10% por encima de la media, o sea, superan los 70 qq/ha del promedio histórico. En Marcos Juárez se avanzó en un 20%: “son los lotes más pobres. Los rendimientos son muy desparejos como esperábamos. Los mejores lotes aún no se cosecharon”, dicen los técnicos. Bigand, cómo otras localidades cercanas a Rosario, está entre los casos de desastre productivo. “No quedó nada de maíz tardío por cosechar: “Aquí lo que había se pastoreó o se picó porque se esperaban rendimientos muy bajos. Pero hacia el noreste hay un 20% de maíces de segunda (sobre legumbre) cosechados que están rindieron entre 40 a 60 qq/ha”. El avance aun es lento porque están húmedos.
Maíz 2022/23: Ante el temor de falta de lluvias en septiembre, el plan “b” es el maíz tardío
«Si llueve a la salida del invierno, la intención de siembra podría ser igual a la campaña anterior o un poco menor, dicen desde Bigand, Carlos Pellegrini y Marcos Juárez» afirman en el informe. Pero en todas las localidades consultados coinciden: de no llover en septiembre, la estrategia será reducir superficie. Por el momento se sigue estimando un 5 a un 10% menos de maíz temprano. Es decir, una reducción de superficie de entre 100.000 a 200.000 ha en comparación a hace un año. Pero hay plan “b” en la región: muchos piensan en el maíz tardío, o sea, diferir las fechas de siembra tempranas a tardías en el caso de productores que ya compraron semillas por anticipado. Desde San Pedro ya lo anuncian: habrá más maíz de segunda: “pasan las campañas y es el cultivo que nunca nos deja de a pata”. Pero desde Cañada de Gómez se escuchan otros planes, y advierten que “hay poco ánimo de siembra maicera aún” y que “podría haber una baja significativa luego del desastre que se vivió en esta campaña (2021/22) de maíz temprano”.